Expansión y contracción térmica:
Las tuercas de alta resistencia se utilizan a menudo en aplicaciones donde las variaciones de temperatura son comunes. Sin embargo, estos cambios de temperatura pueden afectar las dimensiones de los componentes involucrados, incluida la propia tuerca.
Cuando se exponen a altas temperaturas, los materiales normalmente se expanden, mientras que se contraen cuando se someten a bajas temperaturas. Esta expansión y contracción puede provocar cambios dimensionales tanto en la tuerca como en los componentes que sujeta.
La expansión o contracción diferencial entre la tuerca y los componentes acoplados puede provocar cambios en el ajuste y la precarga de la junta. Si no se tiene en cuenta adecuadamente, esto puede provocar que el sujetador se afloje o se pierda la precarga, comprometiendo la integridad de la unión.
Propiedades materiales:
Las altas temperaturas pueden alterar las propiedades mecánicas del material del que está hecha la tuerca de alta resistencia. Por ejemplo, la exposición prolongada a temperaturas elevadas puede provocar un ablandamiento térmico, lo que reduce la resistencia y dureza de la tuerca.
Por el contrario, a bajas temperaturas, los materiales pueden volverse más quebradizos, aumentando el riesgo de fractura o falla bajo carga. Esto puede resultar particularmente problemático en aplicaciones sujetas a condiciones de frío extremo, como las de entornos aeroespaciales o polares.
Ciclismo Térmico:
Las fluctuaciones de temperatura a lo largo del tiempo, conocidas como ciclos térmicos, pueden imponer tensiones adicionales a las tuercas de alta resistencia. Los cambios rápidos y repetidos de temperatura pueden inducir fatiga dentro del material, lo que lleva a la iniciación y propagación de grietas.
Las grietas por fatiga pueden comprometer la integridad estructural de la tuerca y, en última instancia, provocar una falla catastrófica si no se controlan. Esto es especialmente crítico en aplicaciones donde la junta está sujeta a cargas cíclicas o ciclos térmicos, como en maquinaria automotriz o industrial.
Corrosión:
Las temperaturas extremas pueden acelerar los procesos de corrosión, particularmente en ambientes con alta humedad o exposición a sustancias corrosivas. La corrosión debilita el material, haciéndolo más susceptible a fallas mecánicas.
Las tuercas de alta resistencia utilizadas en ambientes marinos o exteriores son especialmente vulnerables a la corrosión debido a la exposición a la humedad, la sal y otros agentes corrosivos. La selección adecuada de materiales y revestimientos resistentes a la corrosión puede ayudar a mitigar este riesgo.
Rendimiento del hilo:
Las variaciones de temperatura también pueden afectar el rendimiento de las roscas en tuercas de alta resistencia . El coeficiente de expansión térmica del material puede variar con la temperatura, afectando las dimensiones y comportamiento de los hilos.
La expansión o contracción térmica de la tuerca puede afectar su capacidad para lograr y mantener un acoplamiento adecuado con el perno o perno correspondiente. Esto puede influir en la fuerza de sujeción y la integridad general de la unión, lo que podría provocar que el sujetador se afloje o falle.