Los tornillos autoperforantes son ideales para la fijación de materiales hechos de diferentes tipos de sustratos. Esto los hace perfectos para proyectos como techos de metal, conductos HVAC y marcos de acero.
El alambre
Los tornillos autoperforantes, también conocidos como tornillos Tek debido a su punta en forma de broca, eliminan la necesidad de perforar previamente un orificio piloto al perforar y cortar roscas en una sola acción. La punta afilada y los hilos correspondientes cortan la madera o el metal para mantener los materiales unidos.
El acero inoxidable se utiliza para crear la cabeza, el eje y la rosca del tornillo. Las versiones con tratamiento térmico están disponibles hasta 40 Rockwell C, lo que permite que la punta de perforación penetre en materiales duros y resistentes.
La cabeza
A diferencia de los tornillos autorroscantes, los tornillos autoperforantes están diseñados con una punta de perforación que elimina la necesidad de perforar previamente un orificio. También conocidos como tornillos Tek, estos sujetadores de acero tienen una punta que crea su propio orificio y rosca en una sola acción. Tampoco requieren broca y son una opción más rápida que los tornillos tradicionales.
Las puntas de perforación pueden fallar si se perforan en materiales que son más duros que el material del tornillo. Esto puede ser causado por la aplicación de demasiada fuerza, usando un tornillo que no es del tamaño correcto para el material que se está trabajando o debido a una colocación incorrecta.
Los tornillos autoperforantes con cabezas planas quedan al ras de la superficie y se pueden ocultar fácilmente con una cubierta para tornillos. Este tipo de cabeza proporciona un perfil bajo y disminuye el par motor. Se utilizan para enmarcar estructuras y conectar madera con metal, incluidas aplicaciones de muro cortina y acristalamiento. Los tornillos autoperforantes de acero inoxidable están disponibles para su uso en entornos hostiles.
El punto
La punta de un tornillo autoperforante tiene forma de broca y se utiliza en diversas aplicaciones de fijación. Elimina la necesidad de taladrar previamente un orificio piloto para el tornillo, lo que lo hace más eficiente en términos de tiempo y costo.
La longitud de la punta determina el grosor del material que el tornillo puede penetrar de forma fiable. La parte sin rosca de la punta del taladro debe poder perforar completamente el material de trabajo, ya sea metal o madera, antes de que se enganche la rosca. De lo contrario, el sujetador puede atascarse o romperse.
La punta de la punta también viene con alas que ayudan a agrandar los agujeros en los materiales sujetos. Esto evita que los tornillos se separen de su metal base y ayuda a que el tornillo mantenga sus roscas en los materiales fijados. Esta característica es especialmente importante para el trabajo de chapa.
El proceso de perforación
Como cualquier herramienta de corte, el rendimiento de un tornillo autoperforante está determinado por sus parámetros básicos. Estos incluyen la geometría de la punta, la longitud de la punta y el material de trabajo que se sujeta.
Al igual que con una broca, la punta de un tornillo autoperforante debe poder perforar el orificio inicial en el material de trabajo antes de que se enganchen las roscas. Si no lo hace, la punta puede atascarse o romperse.
Las puntas de los tornillos autoperforantes vienen en opciones gruesas y finas según la aplicación y están disponibles en diferentes diámetros y longitudes. Las roscas gruesas, designadas como tipo BSD, son roscas espaciadas para tornillos de rosca y las finas, designadas como tipo CSD, son roscas derechas estándar que se aproximan a la serie Unified de combinaciones de diámetro/paso de tornillos para máquinas.
Para que un tornillo autoperforante sea efectivo, debe insertarse a la velocidad especificada por el fabricante. Si no lo hace, la punta del taladro se sobrecalentará, lo que puede acortar su vida útil.